El mejor aliado en la política

10:00 am de un día normal en un municipio normal, el presidente llega a su oficina y se sienta en su gran silla. Cuando iba entrando, alcanzó a ver que había una gran fila de ciudadanos esperando para hablar con él. Lo que no sabía es que algunos de ellos llevaban esperando más de 3 horas su llegada. Para el presidente era común atender a los ciudadanos, escucharlos y ver que podía hacer por sus necesidades y problemas. La última visita de ese día, Doña Clementina, una ciudadana perteneciente a la comunidad más grande en tamaño de población del municipio. 



Presidente: Pase Doña Clementina, siéntese. ¿Qué podemos hacer por usted? Doña 

Clementina: Señor presidente, ¿Usted quiere reelegirse? Presidente: … (Piensa un momento antes de contestar…) Bueno, la prioridad ahora es el gobierno, pero, no descarte esa posibilidad, vuélvame a preguntar mañana.

Doña Clementina: Si usted así lo desea señor presidente, su trabajo no solo debe ser bueno, también debe parecer que lo es… 

Presidente: ¿A qué se refiere Doña Clementina?

Doña Clementina: Bueno, yo sigo sus publicaciones en el periódico, veo sus anuncios en la tele y escucho también los de la radio; y todos los medios hablan de lo bien que está trabajando; y déjeme decirle que sé que todo eso son solo verdades…pero le falta algo. 

Presidente: ¿Por qué lo dice? 

Doña Clementina: Porqué los medios hablan muy bien de usted, pero la gente, muchos de los que anduvieron con nosotros en la campaña y muchos de los que trabajan en esta presidencia no les gusta su forma de trabajar… dicen que no está cumpliendo con lo que prometido.

Presidente: Bueno Doña Clementina, así es la política, no se les puede caer bien a todos… 

Doña Clementina: Tiene razón presidente, así es la política para los que no se van a poder reelegir. Y tampoco se equivoca en que no se les puede caer bien a todos, pero si se puede quedar bien con las mayorías. 

Presidente: Doña Clementina, usted ha sido un gran apoyo para este proyecto político, siempre me ha gustado hablar con usted pues nunca se queda callada y siempre dice las cosas como son. Quíteme la venda de los ojos pues, dígame en que estamos mal…

Doña Clementina: Usted está haciendo mucho, pero lo está haciendo solo, no toma en cuenta la opinión de la gente y tampoco la de sus empleados. Yo creo que debe hacer con todos lo que está haciendo conmigo. ¡Escucharlos!

Escrito por:
Christian Perales
peralesja@hotmial.com
Facebook y twitter: peralesja

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